7/1/14

Arquitectura visigoda: existíu realmente?

No interesante libro de Murado, La invención del pasado. Verdad y ficción en la historia de España, onde recolle unha serie de reflexións sobre “as verdades e as mentiras” do pasado, adícanse varias páxinas a reflexionar sobre a existencia ou inexistencia dunha arte/arquitectura visigoda, tras obviamente, poñer en cuestión a existencia do “pobo” visigodo e cuestionar a arte mozárabe.


“… Lo cierto es que los edificios que podrían datarse en el período visigodo se cuentan con los dedos de la mano. Pero, la pregunta es: ¿son siquiera visigodos? Tomemos el ejemplo prototípico de arquitectura visigoda del siglo VII: San Pedro de la Nave (Zamora). Preferimos olvidar que fue desmantelada en la década de 1930 para construir un pantano. Ni siquiera está en su emplazamiento original, y la reconstrucción se hizo con tan poco cuidado –como ha escrito Roger Collins, “alguien dejó volar su imaginación”- que resulta irreconocible cuando la comparamos con fotografías antiguas. 

Si quisiésemos datar esta iglesia tendríamos honradamente que considerarla como una obra del siglo pasado. 

Santa Comba de Bande

En el caso de Santa Comba de Bande (Ourense) tenemos documentación que explica que fue reconstruida en el 872 a fundamentis, es decir “desde sus cimientos”. Buscar en ella elementos visigodos, si alguna vez los tuvo, es inútil.
Las diferencias estilísticas en las decoraciones añaden aún más confusión a este edificio, lo mismo que en el caso de Santa María de Quintanilla de las Viñas (Burgos), donde los frisos externos y los relieves del interior hacen cuestionar seriamente su datación tradicional. 



De San Juan de Baños (Palencia) al menos tenemos una datación precisa gracias a la inscripción de la dedicatoria. Desgraciadamente, han aparecido grabados del siglo XVIII que muestran que el edificio era entonces poco menos que una escombrera. Lo que tenemos es, pues, otra restauración reciente a la que además se superpuso otra bastante profunda en 1865. Fue entonces, por ejemplo, cuando se la dotó de unos nichos que las guías consideran “característicamente visigodos” y que, para ser justos, habría que atribuir a la época del gobierno moderado de Narváez. Por si fuera poco, la lápida de dedicatoria, que se utiliza para datar no solo esta iglesia sino toda la tipología de la arquitectura visigoda, podría proceder de otro edificio, por lo que la cronología saltaría por los aires.

Por decirlo con las palabras de Collíns:
“La evidencia indica que el arte y la arquitectura del período visigodo no fueron más que una continuación de sus equivalentes de la época romana tardía. Con respecto a las construcciones de los siglos de dominación visigoda no hay nada lo suficientemente nuevo coma para justificar el hecho de que se les conceda ana denominación propia. Collins. La España visigoda, 409-711. Barcelona, Crítica, 2005. páx. 202.

Este texto foi  alterado para poder intercalar as fotografías así como eliminei algunhas referencias bibliografícas para facer máis cómos a súa lectura.


Miguel Anxo Murado. La invención del pasado. Verdad y ficción en la historia de España. Barcelona, Debate, 2013 (2ª edición). pp. 165-167

1 comentario:

Gonzalo Durán dijo...

Aunque ya sé que tienes muchos reconocimientos, he querido dejarte un dardo en Línea Serpentinata, como muestra de mi admiración por tu trabajo. Cuando quieras puedes pasar por allí y recogerlo. Un saludo.