15/10/09

Caravaggio na obra de H. Mankel


Grazas á recomendación do amigo Jordi P. e ao préstamo de Amelia V., coñecín e puden ler a fermosa novela, Zapatos italianos de Henning Mankell, na que se dedican varios parágrafos ao noso gran coñecido Micheleangelo Merisi, Caravaggio, como os seguintes:

"Como un salmo que se hubiese aprendido de memoria, Lousie citó el nombre de un cardenal cuyo nombre no oí bien, tal vez Borromeo. Éste escribió. "... en mi época conocí en Roma a un pintor que se comportaba dudosamente, tenía pésimas costumbre y siempre vestía ropas sucias y andrajosas. Este artista, célebre, por cierto, por su hosquedad y grosería, no aportaba con su arte nada de importancia. Sólo utilizaba sus pinceles para plasmar en el lienzo tabernas, borrachos, taimadas adivinas y jugadores. Su inexplicable felicidad consistía en retratar a esas personas despreciables".

Caravaggio era un pintor tocado por la gracia divina, pero también un hombre muy peligroso. Y lo era porque tenía un temperamento violento y pendenciero. Utilizaba puños y puñales y, en una ocasión, mató a una persona después de una disputa por culpa de un juego. Pero, ante todo, era peligroso porque sus cuadros confesaban que tenía miedo. El que no escondiese su miedo entre las sombras lo hacía, y aún hoy lo hace, peligroso."



Henning Mankell. Zapatos italianos. Tusquets, 2007, pp, 177-178.

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