Hai uns días xa vos falei desta novela de Robert Graves. Lede, hoxe, como é descrita a futura emperatriz:
"Teodora era menuda y de tez cetrina. No era especialmente
hábil para bailar ni tocar instrumentos ni hacer acrobacia; en verdad, en todas
estas actividades era bastante mediocre. Pero poseía una extraordinaria
agilidad mental y una carencia absoluta de pudor sexual: parece que en efecto
exhibía una inventiva singular en sus juegos carnales, de modo que el “Aprendí
esto de Teodora” era una broma corriente bajo la Estatua de Venus, el
principal lugar de citas del barrio de los prostíbulos. Y mientras aparentemente
sólo se dedicaba al dinero y a los placeres, Teodora estudiaba afanosamente al
Hombre; y no hay mejor manera de estudiar este asunto que como esfinge
megarense, a quien jóvenes y viejos revelan sus verdaderas personalidades mejor
que a sus más castas madres, hermanas o esposas. Mi ama Antonina también era
estudiosa del Hombre, y ella y Teodora pronto aprendieron a despreciar aun a
los clientes más serios por su inagotable petulancia, credulidad,
ignorancia y egoísmo, y a sacar partido de estas características. Mediante
encantamientos y remedios, ambas se las ingeniaron para evitar la preñez,
excepto Teodora, que tuvo que abortar en un par de ocasiones, pero sin
consecuencias perjudiciales".
Robert Graves. El Conde Belisario. Barcelona, Orbis, 1988, páx.
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