26/2/09

Vivenda unifamiliar en santa Cristina de Cobres (IV)

A escavación

El conjunto de actuaciones a realizarse en un terreno para la ejecución de una obra se conoce como Movimiento de Tierras, y puede realizarse en forma manual o en forma mecánica.

La primera operación es el desbroce, consistente en una actuación a nivel de la superficie del terreno, limpiando de arbustos, plantas, árboles, maleza y basura. Una vez limpio y libre, se efectúa el replanteo y se comienza con la excavación.

El replanteo es el proceso inverso a la toma de datos, y tiene por objeto trasladar fielmente al terreno las dimensiones y formas indicadas en los planos que integran la documentación técnica de la obra. De un buen replanteo inicial depende la buena ejecución de las siguientes fases.

Con un Estudio Geotécnico previo, se realiza una evaluación del terreno, que sirve al Proyectista para elegir la cimentación adecuada del edificio, su situación, dimensiones y profundidad. Esta ha de alcanzar la cota en que el terreno es lo suficientemente firme como para soportar las tensiones previstas en el cálculo.

Por excavación entendemos el movimiento de tierras realizado a cielo abierto cuyo objeto consiste en alcanzar el plano de arranque de la edificación, es decir las cimentaciones. Podemos diferenciar; el desmonte, movimiento de todas las tierras que se encuentran por encima de la rasante del plano de arranque de la edificación, el vaciado que se realiza cuando el plano de arranque de la edificación se encuentra por debajo del terreno y el terraplenado cuando el terreno se encuentra por debajo del plano de arranque del edificio y es necesario llevarlo al mismo nivel.

Cuando la ejecución es en roca y ésta es blanda, se puede usar máquinas con martillos rompedores o con explosivos, si son rocas de gran dureza, su excavación solo se logra con explosivos.

El material extraído puede acopiarse en la misma obra o enviarlo a vertedero. Si se realiza acopio en la misma obra a fin de utilizarlo en futuros rellenos, se elige una zona que ha de ser delimitada y que no interfiera en otras tareas.

En este apartado debemos incluir también los movimientos necesarios para rampas de salida y entrada de camiones.

La destrucción que produce la excavación, sin ser despreciable, es mucho menor de lo que parece. La retirada del manto vegetal, la apertura temporal de zanjas y de espacios para trabajar, que posteriormente se rellenarán, da una falsa sensación que es difícil de evaluar en su justa medida. Con el tiempo iremos viendo como cada cosa ocupará de nuevo su lugar, restituyendo la topografía original. Eso sí, con un edificio en el medio.

Texto. Alfonso Fernández


No día do seu cumpreanos, esta entrada vai para Begoñita.

4 comentarios:

Fet dijo...

Pues felicidades, Begoñita.

Ana dijo...

Interesante entrada y precioso lugar. Estupendas vistas de la ría. Toda esa zona tiene un encanto especial y parece que todavía se salva de la vorágine especulativa.

Antonio Martínez dijo...

Pois Ana, nos vindeiros días máis sobre os inicios desta vivenda.

Anónimo dijo...

Pois por non deixar de polemizar espero que realmente todo volte ó seu lugar e sobre todo o manto vexetal e a profundidade do mesmo se respecte para a posterior construcción dese xardín... Sei por experiencia, que esto todo o mundo o sabe pero logo ó final moitas veces só queda unha moi superficial capa de terra que hai que mover, e volver a facer obra para que nese terreo poida aparecer de novo a vexetación... (É máis fácil e custa menos renterrar os cascallos que pensar nas futuras plantas do lugar....). Eu estou convencida de que este non é o caso, pero non podía evitar continuar coa polémica e de paso dar outro punto de vista.