Millán Astray: vaite, carallo

Hoxe, ía sendo hora, foi retirada a estatua do medio-home Millán Astray (aquel besta do incidente con Unamuno, do "morra a intelixencia" e tamén do "viva o morte"). Personaxe prototípico do franquismo, mesmo ata da noxo escribir sobre el. A nova está en todas as edicións dos xornais. Por fin. Nesta semana no que tantos actos houbo sobre a recuperación da memoria (asistín á presentación do libro Facendo historia con memoria do amigo Lourenzo Fernández Prieto, editado por 3C3 do sempre presente Amancio Liñares)... e na que aínda resta tanto por recuperar...

Para lembrar, non hai que esquecer, a calaña do fundador da lexión deixóvos un texto que publiquei hai anos e que estaba recollido da Voz.

O día 6 de setembro chega á Coruña, cunha esmeradísima organización, o xeneral Millán Astray, pronunciando un discurso na praza de María Pita ante un importante número de persoas entregadas ao militar, tan entregadas que ata o propio xeneral tivo que, enerxicamente, mandalas calar.

“¡Coruñeses! Aquí también entró el cáncer, aquí también ha habido que imponer castigos a los traidores que renegaban de la Patria y hacían excitaciones al crimen, al asesinato y al incendio. Pero, afortunadamente, Galicia es desde el principio la parte más tranquila, más firme y más española, por lo menos, tan española como la que más. ¡maldito el nacionalismo separatista, que ha acabado para siempre! El que tenga guardado en un recóndito pliegue de su alma algún odio a España, será fulminado. España es una, es única, ¿cómo ibais a ser vosotros, gallegos, separatistas? ¿Cómo os ibais a equiparar a los separatistas vizcaitarras?¡Imposible! ¿Verdad que no hay más separatismos? (No, contesta clamorosamente el público). Muera el nacionalismo separatistas! (¡Muera!) (…)

En lo sucesivo, el trabajador, el técnico, el capitalista, repartirán equitativamente los beneficios o las ganancias de la Empresa, lo mismo en el campo que en la fábrica, en el taller que en el comercio.

Falange, requetés, milicia, os digo una cosa: que ninguna institución social o militar es privativa de una clase. Tenemos que buscar a nuestros hermanos, que son los pobres, que son los trabajadores: a los que sean de España, abrazarlos, besarlos en las mejillas, llamadles hermanos. Marchemos siempre juntos en la nueva aurora de España. De paz y de justicia; pero hemos de luchar como legionarios contra el comunista, contra el judío.

¡Viva la muerte!

¡Viva la muerte!

¡Viva la muerte!

(Unánimemente son contestados los tres vivas)."

La voz de Galicia, 9-IX-1936.

Recollido de X. Antonio Martínez García. A Coruña, do Franquismo á Democracia. Fontes para o estudio da cidade. A Coruña, 1997, páx. 7.

Todas as fotografías da retirada.