"Yerra, inconsciente o quizá con hábil y diplomática
consciencia, Antonio López cuando asegura que no existe fractura entre su obra
y la de los pintores abstractos, antiguos compañeros de la escuela de Bellas
Artes; que todos pretenden lo mismo por distintos medios. Acierta Francis Bacon
cuando, temerario, manifiesta en una larga entrevista televisiva que el arte
abstracto nunca le ha interesado porque, sin excepción, le parece decorativo,
lo que evidentemente lo aleja a distancias siderales de su pintura visceral. El
entrevistador, francés, no se lo puede creer y lanza retador los nombre, por
encima de toda sospecha, de Kandinsky y de Max Ernst, pero Francis no se deja
acogotar y, con un carita redondita, que
como en todos los pintores recuerda a la de sus cuadros, y en un francés
trabajado pero fino y preciso, deja caer que el primero jamás le ha interesado
y que el segundo comienza a interesarle en las obras que se alejan del
abstracto. Qué alegría escuchar por fin a un artista contemporáneo, que es
difícil calificar de pompier y
reaccionario, sincerándose, tan a contracorriente, pero de modo tan razonable.
Porque por muchas exposiciones vanguardistas que yo ha haya estudiado (sobre
todo en mi juventud, debo reconocerlo) no he conseguido averiguar qué
significación se esconde tras las formas y colores equilibrados en una bella
composición abstracta ni qué la distingue, para un observador no informado
(¿deformado?), de una bella alfombra persa, una manta boliviana, un estampado
japonés, indio o de Armani.
En el arte no figurativo no consigo encontrar, por mucho que
me esfuerce, el amor, el sexo, el pecado, la divinidad, la amistad, el paso del
tiempo, la muerte, el humor, los recuerdos fugaces… en fin, todo lo que me
apasiona y me ayuda a seguir viviendo. Acepto que cierto arte no figurativo sí
pretende manifestarse sobre estos temas; lo hace utilizando un lenguaje de
símbolos y no siempre estos símbolos tienen que resultar tan incomprensibles
para el observador como lo es para nosotros el lenguaje escrito en el arte
islámico".
Oscar Tusquets Blanca. Más que discutible. Barcelona,
Tusquets, 2002, pp. 192-193
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