13/7/08

Dalí, o surrealismo e Muñoz Molina

Entrada número 200 de INICIARTE

O xornal El País vén de publicar "Oro y bisuterías de Dalí" un artigo de Antonio Muñoz Molina (que novela tan extraordinaria é Plenilunio!!!) co gallo da exposición que ata setembro podese contemplar no MOMA de Nova York. Ademais de comentar as reaccións do público durante a visita a esta exposición, que anteriormente estivera na Tate de Londres, escribe as seguinte liñas finais:

"Quizás el surrealismo, tan marcado por la palabrería de André Breton y la autoindulgencia de sus seguidores, era un brebaje estimulante pero demasiado cabezón del que sólo podían sacar provecho de verdad las mentes muy sólidas: Buñuel, sobre todo, con su cabeza de pedernal aragonés, Joan Miró, Man Ray, Calder. La orfebrería meticulosa de Dalí se ve enseguida que va a convertirse muy pronto en bisutería, y cuando viaja a Hollywood ya es un chamarilero desvergonzado y bastante chapucero de sus mercancías más averiadas: dos o tres salas más allá de Un perro andaluz se proyecta la celebrada escena del sueño que le encargó Hitchcock para Spellbound (Recuerda), y mirarla es embarazoso, con su repertorio de relojes, horizontes, lejanías de vértigo, ojos, caras sin rasgos. Qué rápido pasó todo: no mucho más de quince años entre una película y otra, algo más de veinte entre el retrato de Buñuel tan rotundo como un busto arcaico y los que hizo de Lawrence Olivier o de Jack Warner. Hay un momento en el que ya no se sabe si Dalí es un jovial impostor de sí mismo o un antecedente de Jeff Koons, una caricatura del pasado o un visionario del cínico porvenir...


Porque el talento estuvo siempre, revelado a medias en un fondo o en un detalle, esperando a saltar. Talento es el teléfono negro con un auricular de langosta de 1936 o el detalle de enviarle como regalo a Harpo Marx un arpa con las cuerdas de alambre espinoso. Talento tampoco le faltaba a Harpo, que le respondió con un sobre que contenía una foto de sus dedos vendados con esparadrapos".

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