"Tiempo para la arquitectura corriente y heroica"
Los FAD premian un conjunto de viviendas protegidas para jóvenes
La ventana de la cocina es amplia, por lo que su alféizar se convierte en una ancha bandeja metálica que puede utilizarse desde el pasillo exterior de acceso a la vivienda, que sirve también de terraza. Es sólo un detalle entre los muchos que aportan las 27 viviendas de 40 metros cuadrados para jóvenes en el distrito de Sant Andreu de Barcelona. Por ellas, sus arquitectos, Emiliano López y Mónica Rivera, han ganado el 50º Premio FAD de arquitectura, uno de los más importantes de los concedidos en España. La pareja también ha quedado finalista con su más glamuroso hotel Aire en las Bárdenas (Navarra).
Esta obra, modesta y barata, que el jurado considera ejemplo de aquello que "hace posible ser corriente y heroico a la vez", competía con obras de forma y firma, como el edificio Veles e Vents de David Chipperfield y Fermín Vázquez en Valencia o la torre de Gas Natural de Miralles-Tagliabue en Barcelona. "No queríamos gestos grandilocuentes, y puede ser que el clima general de crisis influya. Pero buscábamos buena arquitectura funcional y útil con independencia del tamaño o el presupuesto. Este edificio nos interesó desde el inicio", comentaba ayer Eduard Bru, presidente de un jurado que ha otorgado una mención al Museo del Faro de Santa Marta en Cascais, de los hermanos Aires Mateus.
Los FAD premian un conjunto de viviendas protegidas para jóvenes
La ventana de la cocina es amplia, por lo que su alféizar se convierte en una ancha bandeja metálica que puede utilizarse desde el pasillo exterior de acceso a la vivienda, que sirve también de terraza. Es sólo un detalle entre los muchos que aportan las 27 viviendas de 40 metros cuadrados para jóvenes en el distrito de Sant Andreu de Barcelona. Por ellas, sus arquitectos, Emiliano López y Mónica Rivera, han ganado el 50º Premio FAD de arquitectura, uno de los más importantes de los concedidos en España. La pareja también ha quedado finalista con su más glamuroso hotel Aire en las Bárdenas (Navarra).
Esta obra, modesta y barata, que el jurado considera ejemplo de aquello que "hace posible ser corriente y heroico a la vez", competía con obras de forma y firma, como el edificio Veles e Vents de David Chipperfield y Fermín Vázquez en Valencia o la torre de Gas Natural de Miralles-Tagliabue en Barcelona. "No queríamos gestos grandilocuentes, y puede ser que el clima general de crisis influya. Pero buscábamos buena arquitectura funcional y útil con independencia del tamaño o el presupuesto. Este edificio nos interesó desde el inicio", comentaba ayer Eduard Bru, presidente de un jurado que ha otorgado una mención al Museo del Faro de Santa Marta en Cascais, de los hermanos Aires Mateus.
En otras categorías, se ha premiado el interiorismo de la Joyería D, en Pamplona, de Antonio Vaillo y Juan Luis Irigaray; los almacenes para pescadores en el puerto de Cangas de Morrazo (Pontevedra), de Jesús Irisarri y Guadalupe Piñera; y una intervención en Casadecor, firmada por Martín Azúa y Nacho Martí. La entrega se celebró ayer noche en la Facultad de Derecho de Barcelona, edificio que ganó hace 50 años este galardón. Fue la inauguración simbólica de las celebraciones del medio siglo de vida que cumple el premio este año.
Vía: El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario