25/1/09

JUAN GRIS O EL COLOR DEL CUBISMO



O XL Semanal publica o seguinte artigo:

Esta obra de uno de los maestros y máximos representantes del cubismo, Juan Gris, alcanzó 20,8 millones de dólares en una subasta de Christie’s, en Nueva York, el pasado noviembre. Libro, pipa y vasos destacó en un momento marcado por la crisis.

1. La obra: un rompecabezas cubista

Gris pintó la obra en 1915 en París, adonde emigró en 1906. Allí pintó sus primeros cuadros, influenciado por Cézanne, Picasso y Braque, y se incorporó al principal movimiento artístico de comienzos de siglo, el cubismo. Este cuadro es un manifiesto de los inclinados y angulados planos semitransparentes, tan característicos en su obra. Sobrepuestos uno encima del otro, convierten la configuración en un rompecabezas cubista.

2. El motivo: la naturaleza muerta

Los temas más frecuentes de los cubistas son los retratos y las naturalezas muertas. No introducen nuevos objetos de la civilización técnica, como automóviles o trenes, sino que se mantienen fieles a jarras, vasos o instrumentos. Más tarde añaden letras o trozos de papel pegados. Aquí, en vez de incluir una parte de periódico, introduce un libro abierto y utensilios domésticos. Utiliza el trompe l’oeil (trampantojo) para engañar a la vista y dotar a la mesa de perspectiva.

3. La composición: un desorden engañoso

Como es habitual en el cubismo, Gris no utiliza una perspectiva convencional ni un punto de vista único. Aunque parece difícil de creer, no hay nada desordenado en esta composición. Todo sigue una disciplina rigurosa: un plan que determina la colocación de todo el conjunto y de cada objeto individualmente. Las formas penetrantes a lo largo del borde superior dotan a la composición de un empuje poderoso ascendente con unas formas que parecen coronar este bodegón.

4. El `collage´: un recurso nuevo y pasajero

El artista combina trozos de papel, habitualmente de Le Figaro o Le Journal, pegados sobre las pinturas de óleo con dibujos del soporte, en este caso un libro, lo que le permite mezclar libremente varios objetos y sugerir la ilusión de profundidad y bajorrelieve, manteniendo la integridad del plano. Como Picasso, Gris se cansó del collage a finales de 1915. Serían los dadaístas y surrealistas quienes más adelante retomarían esta técnica.

5. La luz: relámpagos blancos

En el cubismo la luz es escasa, por lo que en éste óleo destacan los contornos blancos que contrastan con el tono oscuro de la composición. Las líneas blancas atraviesan el lienzo como relámpagos, cargando la obra con energía y juegos de luz. Los contornos blancos rodeando objetos oscuros son lo contrario a lo habitual, sombras oscuras envolviendo objetos iluminados. A través de este juego del claroscuro, la obra parece un negativo fotográfico.

6. El color: una mirada al Barroco

El color ocupa un lugar secundario en la creación de los cubistas, que utilizaban tonos grises, verdes y el marrón. Pero Gris, después de 1913, introdujo juegos cromáticos más vivos y le fascinaron las experiencias de texturas como la madera, el papel, el cristal… Aunque combina tonos verdes, rojos y ocres, grises o malvas, los colores son dramáticos y profundos, siguiendo los ejemplos de maestros barrocos como Velázquez, Murillo o Zurbarán.

Suzana Mihalic

Texto e foto vía XL Semanal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

NECESITO SABER URGENTE COMO SE LLAMA LA OBRA POR FAVOR!!!!!!

Antonio Martínez dijo...

Libro, pipa y vasos